Excerpt from "Lynching and the Excuse for It" (en español)

En este artículo editorial, Ida B. Wells responde a Jane Addams, una progresista conocida por su labor al servicio de las comunidades inmigrantes de Chicago. Addams justificó la violencia de las turbas de linchamiento protagonizadas por los blancos, como una reacción natural ante los presuntos crímenes cometidos por afroamericanos. Wells escribió este artículo para corregir las declaraciones de Addams, utilizando los datos tomados de 728 linchamientos que ella documentó entre 1882 y 1891.

Entre los miles de recortes editoriales que recibí en los últimos cinco años, el 99 % hablan de que… los linchamientos son el esfuerzo desesperado de los sureños por proteger a sus mujeres de los monstruos negros, y aunque, en su gran mayoría, condenan los linchamientos, la condena está matizada con un alegato a favor de los linchadores: que la naturaleza humana cede ante una provocación tan horrible y que la turba, enloquecida transitoriamente, debería ser compadecida además de condenada.

Esta tendencia casi universal a aceptar como verdaderas las calumnias que los linchadores ofrecen… como excusa para su crimen podría justificarse si los hechos reales fueran difíciles de obtener. Pero obtenerlos no supone la menor dificultad. Las publicaciones de Assosicated Press, el buró de recortes de diario, las frecuentes publicaciones de libros y el resumen anual de varios diarios influyentes dan cuenta de los linchamientos cada año. Este registro, fácilmente al alcance de cualquiera que lo desee, hace imperdonable el enunciado y cruelmente injustificada la suposición de que los negros son linchados únicamente por sus agresiones a la mujer.

Consideremos ahora los registros.

Se supone que el registro mostraría que todos, o casi todos, los linchamientos fueron causados por agresiones escandalosas a las mujeres…

Pero el registro no hace tal revelación… Demuestra que el linchamiento de hombres, no de unos pocos, si no cientos, ha sido desencadenado por delitos menores, mientras que otros murieron sin haber cometido ninguna ofensa conocida por la ley, y las razones correspondientes fueron esgrimidas como “error de identidad”, “insulto”, “mala reputación”, “infamia”, “violación de contrato”, “cuarentena vigente”, “aportar pruebas”, “asustar a un niño disparando a conejos”, etc…

Puesto que los negros son los únicos linchados bajo el pretexto de “ningún delito”, “delitos desconocidos”, delitos no penales, delitos menores y crímenes no capitales, debe admitirse que la causa real del linchamiento en todos esos casos es el prejuicio racial, y así debe clasificarse. Una clasificación cuidadosa de los delitos que causaron linchamientos durante los últimos cinco años demuestra que los prejuicios raciales constituyen la causa real de todos los linchamientos…

… El registro… dice lo siguiente:

Esta tabla cuenta su propia historia, y demuestra la falsedad de las excusas que ofrecen los linchadores para justificar su maldad. En lugar de ser la única causa de linchamiento, el crimen (violación) a partir del cual los linchadores basan su defensa, es el que menos víctimas ha proporcionado a la turba. En 1896, menos del 39 % de los negros linchados fueron acusados de este delito; en 1897, menos del 18 %; en 1898, menos del 16 %; en 1899, menos del 14 %, y en 1900, menos del 15 % fueron acusados bajo este cargo. 

Ningún buen resultado puede surgir de una investigación que se niegue a considerar los hechos. Una conclusión basada en una presunción, en lugar de en las pruebas más sólidas, no merece ni un momento de consideración. El historial de linchamientos… debe ser la base de toda investigación que pretenda descubrir la causa y proponer soluciones a los linchamientos. La excusa de los linchadores y los engañosos alegatos de sus defensores deben considerarse a la luz del expediente, que invariablemente se tergiversan o ignoran. Las fuerzas cristianas y morales de la nación deben insistir en que la calumnia no tenga cabida en la discusión de este tema tan importante… y esa verdad, de alas raudas y valientes, convocó a esta nación a cumplir con su deber de exaltar la justicia y preservar… el carácter sagrado de la vida humana. ¹

• 1Ida B. Wells, “Lynching and the Excuse for It,” en Feminist Theory: A Reader, 4th Edition, ed. Wendy Kolmar y Frances Bartkowski (Boston: McGraw-Hill Higher Education, 2005), pág. 117.